Prólogo

Aventureros y escribanos, viajantes y autores. Desde luego aquí me hallo, una esfera más en el vacío. Recuerdo desde siempre anhelar a lo inmortal, pero si soy todo lo que tengo sólo yo podré serlo. Comparto versos de mi vida… sólo quiero que me revivan. Hasta ahora todo es anhelable, así que voy a la advertencia, propósito de algún prólogo:

En mi sublime viaje de aprehensión poética (de rocosos inicios por la enfermedad de un ‘ser social’), que sin embargo (y criticada) por falta de reglas y exaltación de otros aspectos de éxtasis subjetivo, no es lo más usual; hay una relación, una triada en la que he estado sumergida, y a lo que invita esta obra es al viaje en sí (entre mis letras) de esta triada: profeta, poeta, filósofo.

Pero no es sólo un viaje de egocéntrica inmortalidad, que me apresa como idea y me mueve hacia estas letras; la experiencia estética, el placer, la aprehensión literaria... No voy antes que quien me lea, no hay obra sin mí y no hay un viaje si no se cambia de página.

Circa junio 2009
SAG