
Gris oscuro, el color de la ceniza,
La muerte tiene mucho que decir, que sentir, que esperar; a la ceniza nada le queda.
Yo soy ceniza, mi humor es cenizo; ya viví y ya morí, y no sé si vuelva a revivir.
Tú me lo hiciste, yo. Yo te lo hice, tú.
No haría nada diferente porque deseo no haber hecho nada, para empezar. ¿Qué más da?
Hago toser, enfermo. Estoy completamente desgastada y vacía.
El vacío se lleva todo: mis respuestas, mi inspiración y la dulce hipomanía.
Quedo en el polo opuesto, en el inútil, anhedónico e irritable polo opuesto.
Necesito medicina para vivir y no soporto la mísera vida medicada. Siento que será así por siempre.
Sin embargo...
No dudo que ya haya un artista... creando paisajes con mi ceniza.
Mayo 2010
SAG
2 comentarios:
Publicar un comentario